Los códigos de conducta son normas expresamente pactadas por algunos sectores a los que voluntariamente se adhieren determinas empresas como mecanismo de autoregulación y con el fin de dar confianza a sus clientes. Adherirse a ellas es voluntario, pero una vez hecho, la empresa está obligada a seguir sus normas.

Estos Códigos de conducta, Códigos tipo o Sellos de Confianza deberán ser accesibles por vía electrónica.

Como indicábamos anteriormente, para la empresa el sello de adhesión a estos códigos suele dar confianza al consumidor. Por este motivo, la ley de Competencia Desleal señala en su artículo 21 que son prácticas desleales por engañosas las que afirmen sin ser cierto:

  1. Que el empresario o profesional está adherido a un código de conducta.
  2. Que un código de conducta ha recibido el refrendo de un organismo público o cualquier otro tipo de acreditación.
  3. Que un empresario o profesional, sus prácticas comerciales, o un bien o servicio ha sido aprobado, aceptado o autorizado por un organismo público o privado, o hacer esa afirmación sin cumplir las condiciones de la aprobación, aceptación o autorización.

De la misma forma, la exhibición de un sello de confianza o de calidad o de un distintivo equivalente, sin haber obtenido la necesaria autorización, es igualmente una práctica comercial desleal por engañosa.